La intimidad entre madre e hijo es mucho mayor. El instinto maternal se basa en una serie de hormonas (como la prolactina y oxitocina) que deben ser estimuladas bastante a menudo (aproximadamente cada 20 minutos). La presencia continua del bebé hace que el sistema biológico permanezca alerta y activo. Cuanto mas alto y estable sea el nivel hormonal, mas fácil será la crianza, y más segura se sentirá la madre porque conocerá mejor a su hija.
Ayuda a que la comunicación entre los dos sea mejor y a que la madre se dé cuenta más fácilmente de las necesidades del bebé. Así, puede anticiparse a las peticiones del bebé antes de que él las solicite.
Al recordar al bebé la sensación de cuando estaba en la barriga, reduce su nivel de estrés y se siente más arropado.
Los bebés lloran mucho menos y están menos nerviosos. Según Pediatrics, una reducción del 43% durante el día y un 51% por la noche.
Duermen con más facilidad y durante más tiempo.
Tienen un índice de cólicos y de vómitos menor.
Los niños cargados en brazos acostumbran a ser más independientes y tener mayor autoestima, ya que sus necesidades se han cubierto sin demora.
Los bebés prematuros que se pasean en brazos, tienen un índice de mortalidad menor. Se le conoce también por el método canguro.
Es más cómodo para los padres a la hora de realizar sus tareas habituales, tanto en casa como fuera de ella (muchas veces también debido a las trabas arquitectónicas que impiden desplazarse con el cochecito).
El balanceo y la estimulación del movimiento incrementa su desarrollo neuronal. El sistema vestibular es el responsable del equilibrio y de que, por ejemplo, podamos mantener la vista fija mientras andamos o saltamos. Es muy sensible en el recién nacido ya que como feto estaba constantemente en movimiento, y estimularlo se considera como una de las mejores maneras de calmar a un bebé.
El bebé se siente querido, seguro y confiado.
Cuando el adulto habla con otros adultos, el bebé puede formar parte de la conversación, incrementando sus oportunidades de socialización y aprendiendo a escuchar. El bebé esta más involucrado en el mundo que le rodea. La proximidad con su portador aumenta la interacción con él y con los demás porque participa en aquello que están haciendo sus padres, ayudándole a fomentar su autoestima.
Utilizar un portabebes, hace que el amamantar sea muy sencillo y discreto.
Al perder menos energía llorando para solicitar sus necesidades ni calmarse solo, puede invertirla en aprender de su entorno y mejorar su desarrollo. Con el portabebes puede elegir si mirar a su porteador o a cualquier lugar en unos 180 grados. Así, la habilidad de elegir mejora su aprendizaje.
Como la vida del bebé es mucho más rica si es llevado por sus padres, sus conexiones neuronales serán más precisas y adaptadas al entorno que experimenta. Situaciones que podrían parecerle peligrosas si estuviera solo en su cuna, dejan de serlo si nota que su porteador está tranquilo o si éste le calma inmediatamente.
La depresión postparto se detecta mucho menos en madres que llevan a sus hijos. La frecuente estimulación hormonal que llevar al bebé causa, permite que la madre tenga un nivel alto y constante de hormonas que la tranquilizan.
Si, a pesar de llevar a tu bebe, éste llora mucho, no creas que has fallado como madre, piensa que tal vez lloraría más si no lo llevaras. Su comportamiento puede deberse más a su temperamento que a lo que tú puedas hacer.
El llevar a tu bebé hace que tu manera de pensar este más centrada en el que no en ti misma. Al conocer mejor a tu hijo estás más segura de tus decisiones. Sabes que no necesitas del último modelo de cochecito ni del aparato más sofisticado para conocer o calmar a tu bebé. Necesitas pocos juguetes que le estimulen porque su vida a tu lado ya le ofrece muchas y variadas experiencias.
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